El andén de la estación

Del andén de la estación parte el tren. Viajar en tren es compartir, conocer gente y lugares. Este blog es como un tren, donde todo cabe y al que todos pueden subir.

martes, 26 de febrero de 2013

¿Finiquito diferido..., simulado... ?


Que pena da la Cospedal, no sabe como salir del atolladero. Cuando se trata de explicar lo inexplicable, sin base ni fundamento, aparecen circunloquios que nadie los entiende, ni quien los dice. Como aquel gobernante que no reconoce ni su letra. El problema es que cuando medios, opinión pública y la verdad, presionan, es difícil salir airoso.

Finiquito diferido, simulado, pagando la S. Social...¿?, ni los sabios del lugar saben esto que es exactamente. Todo el mundo conoce, incluyo en esto a la ministra de trabajo, que en un despedido improcente, se indemniza lo que corresponda o se pacte, se apunta uno al paro y el INEM cotiza la seguridad social, y ya está.

¿Cómo se despide a uno pagándole a plazos y además se le paga la SS para que no pierda cotización?. Que se apunte al paro y que cobre como desempleado, es lo que debería haberle dicho un partido en el gobierno o aspirante a gobernar, al tal Bárcenas.
Si no lo han hecho así, algo turbio esconde y eso ya no es transparencia.

Éste Sr. está demostrando ser más listo que todos ellos juntos, los está manejando como marionetas. Se está riendo en su cara y en la de todos nosotros. Ahora va y los demanda por despido improcedente. Les ha metido un marrón que a ver como salen. Trabajaba para ellos como asesor hasta el 31 de enero del presente (dice).

            Los seriales de ficción va a resultar que no son nada comparados con la realidad. Los días que se avecinan van a ser muy interesantes y vamos a ser espectadores de nuevas y enrevesadas declaraciones.


lunes, 25 de febrero de 2013

23-02-1981


Después de trabajar llegué a casa, comí y me dispuse a hacer una pequeña siesta, a las 18:30 tenía que asistir a una clase en la Escuela Profesional del Seguro. Me pillaba cerca del domicilio, en la Avenida del Oeste, en el mismo edificio donde se encontraba Radio Nacional de España.
En la portería se encontraba mi padre escuchando la radio. Algunos vecinos que entraban o salían comentaban con cierto asombro que en plena sesión del Congreso de Diputados habían entrado unos Guardias Civiles escuchándose disparos.
Apenas presté atención, se me hacía tarde. En unos minutos me hallaba dentro de la escuela que ocupaba un par de viviendas en la finca cercana. Hablábamos de lo sucedido sin darle mucha más importancia, todo estaba muy confuso. En realidad no sabíamos muy bien lo que estaba pasando, nos llegaban informaciones muy difusas, y las clases se iniciaron.
No transcurrió mucho tiempo cuando comenzaron a llegar padres de compañeras para llevárselas a casa; sus comentarios nos intranquilizaron, mas cuando, desde la dirección del centro nos indicaron que debíamos marcharnos a casa porque se había producido un golpe de estado. Nos marchamos y al llegar al portal nos tropezamos con dos militares debidamente uniformados y armados, habían tomado el control de Radio Nacional de España.
Ya en casa puse la radio y la televisión para tratar de enterarme de lo que realmente estaba pasando. Supuse que las informaciones que se daban debían estar manipuladas, a la vista de los militares que montaban guardia en RNE de Valencia. Vino después la famosa intervención de Gabilondo en televisión, así que traté de coger emisoras extranjeras para saber si daban alguna información real o, al menos, imparcial. Poco o nada pude conocer.
Había toque de queda, a muchos les pilló alejados de sus domicilios, y según avanzaba la noche se escuchaban el rugir de los tanques que circulaban por la calle Guillem de Castro, Valencia estaba tomada por el ejército. La historia se volvió a repetir, si años antes fue la capital provisional de la zona republicana, ahora se había convertido en la capital golpista.  Ello daba que pensar, la situación era delicada y el temor se apoderó de mucha gente. Mucha de esta gente había pasado por una guerra civil y una dura posguerra. Estos mayores trasladaron su mente a aquellas épocas y no querían revivir el pasado. Sin olvidar, habían superado aquella etapa de sus vidas, solo pensar que pudieran repetirse les angustiaba, no por ellos mismos, sino por sus hijos y nietos. Los militantes de partidos de izquierdas, los sindicalistas, se apuraban en destruir carnets, papeles y todo aquello que les pudiera comprometer.
Fue una noche intensa así como las horas y días que siguieron. No consiguieron el objetivo porque dentro del ejército no todo el mundo era pro-golpista, eran menos de los que los cabecillas pensaron y lograron aplacar la rebelión. En la calle se volvió a la normalidad pero el recelo de que pudiera volver a suceder algo similar tardó en desaparecer. Ahora es como una anécdota, y confiemos en que lo siga siendo por muchos años.

viernes, 15 de febrero de 2013

Esclavos de sus propias palabras



Llama la atención, y pena me da, los políticos que tenemos; así nos va. Los periodistas, sagaces ellos, van soltando informaciones a cuenta gotas obligando a salir a los políticos a desmentir lo que aparece en los distintos medios de comunicación. Con el paso de los días y la aparición de nuevas noticias que colorean a los desmentidores, les obligan a dar nuevas versiones de los hechos, afirmando lo inafirmable. Así se van metiendo en un pozo del que es muy difícil salir airoso.

Justifican lo injustificable, y así pretenden convencernos de su honestidad. Es un insulto a todos. No es el camino para regenerar la política y a los políticos. Cada vez nos sentimos más asqueados por los que dicen nos representan, porque a ellos no se les ha puesto ahí para hacer lo que están haciendo, sobre todo por el doble rasero que emplean. No hay honestidad en la política, es la lectura que hacemos del panorama político general actual.

Vemos como altos cargos de los partidos salen a la palestra a decir tonterías que ni ellos mismos se las creen, afirmando algunos que “no saben ni lo que han dicho”. Es triste verlos, escuchar sus retóricas y la forma de reargumentar declaraciones ya de inicio inverosímiles. Es triste y bochornoso el espectáculo que estamos ofreciendo fuera de nuestras fronteras.

Pero, ¿qué cabe esperar de aquellos que se aprovecharon de lo que la gente quería escuchar?. Embelesaron los oídos, convencieron a muchos con su piel de cordero y una vez conseguido se enfundaron la piel de lobo. Han faltado a sus promesas con retóricos argumentos quedándose tan tranquilos. Me pregunto si tienen conciencia porque además tienen la osadía de mantener el puño en el pecho.

El primer error a subsanar está en la forma en que llegan al poder, aquí entran los que gobiernan y los que están enfrente. Son posiciones cómodas que no les interesa tocar porque saben que antes o después van a estar ahí. Ellos no lo van a cambiar, el cambio pasa por todos nosotros.

           Como primer paso, se debería modificar la forma de elegirlos, y más importante aún, debería haber cada cierto tiempo, dentro de un mandato, una consulta popular para refrendar su actuación, no un debate entre ellos porque siempre salen ganando. Como una especie de reválida y si no la pasan, vuelta a empezar. A los elegidos no se les puede dar un cheque en blanco durante un tiempo mas o menos largo. Ha quedado demostrado que necesitan poco tiempo para transportarnos al pasado. Si el pueblo los pone, el pueblo debe tener la potestad de quitarlos si no cumplen con lo prometido sin tener que esperar, y no valen excusas, todos deberían ser conscientes de dónde se meten.

Hay que conseguir que los políticos sean esclavos de sus propias palabras y no que con sus palabras nos conviertan en esclavos.

viernes, 8 de febrero de 2013

La pirámide inversa



En la escala jerárquica cuando el que está arriba falta a la verdad obliga a los de la escala inferior a circunloquios difíciles de entender para justificar a su jefe. En el segundo escalón sucede lo mismo, porque se ve obligado a justificar igualmente al jefe del su jefe. Así se va formando un pirámide, la pirámide de la mentira, que escalón a escalón se va ensanchando.

           Esta es una pirámide inversa que va de abajo hacia arriba que, como consecuencia, llega un momento en que la base de esa pirámide no puede soportar el peso y se produce un aplastamiento colectivo. Solo cabe esperar el tiempo que pueda resistir la presión y se desmorone.

martes, 5 de febrero de 2013

El cuento del pastor y el lobo


Don Mariano dice que está trabajando en la tarea que le ha encomendado el pueblo. Estas son palabras mas o menos textuales que ha venido a decir nuestro entrañable y querido Presidente.
En la habilidad de cada uno está el leer entre líneas, y la lectura que yo hago es que nos está tachando de lelos, idiotas, simples,..., etc., etc.....
Interpretando sus palabras quiere decir que la mayoría de los españoles lo han puesto en el cargo para que:

Estudiar sea más caro
Los niños tengan que pagar por llevarse su comida al colegio
La salud nos cueste más dinero
Aumente la cifra de parados
Paguemos más impuestos
Los que trabajen cobren menos dinero
No podamos hacer reclamaciones aumentándonos las tasas judiciales
Se tiendan alfombras rojas a los defraudadores
Se pongan servicios públicos en manos privadas
Coloquen con sueldos millonarios a los que han hundido Bancos
Mantengan instituciones aunque no sirvan para nada
Los pensionistas vean reducido su poder adquisitivo
Castigar a los que persiguen los delitos y premiar a quienes los cometen
...
...
...
Todo es una mentira. Han mentido vilmente a sus propios votantes porque muchos creyeron sus palabras y ahora se sienten defraudados.
Llama mucho la atención escucharles antes y después de las elecciones. Solo miran las hemerotecas cuando les interesa para fines concretos. Son insensibles con la gente, les importa poco que pasen penalidades, se ven en un estatus superior y son incapaces de mirar hacia abajo.
Son embaucadores y cuando se dirigen a la gente se muestran fríos, con la palabrería propia de una maquinaria propagandística porque se están viendo acorralados siendo presos de sus propias palabras.
Quien habla mucho debe ser muy inteligente y tener buena memoria, la verdad solo tiene un camino no necesitando de rodeos. Nuestros políticos no destacan ni por su inteligencia, ni por su memoria, ni por la parquedad de sus palabras. Al final serán sus propias palabras las que los condenarán.
Y ahora Don Mariano quiere que le creamos cuando dice que todo lo que se está vertiendo sobre su persona y allegados políticos no es verdad. Si hubiese sido una persona consecuente con su palabra y sus hechos, hasta podríamos hacer un esfuerzo en creerle. Pero hasta en el supuesto de que ésta vez diga la verdad, le está pasando lo mismo del cuento del pastor y el lobo, que al final vino el lobo de verdad y se comió todas la ovejas.
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