Los políticos son aquellas personas que dicen lo que quieren oír sus adeptos y hacen lo que las circunstancias mandan.
Historias de mi tren
El andén de la estación
Del andén de la estación parte el tren. Viajar en tren es compartir, conocer gente y lugares. Este blog es como un tren, donde todo cabe y al que todos pueden subir.
jueves, 19 de noviembre de 2020
martes, 16 de octubre de 2018
Las reglas de juego
Después de unos años de crisis donde el peso de la
misma ha recaído sobre las clases más vulnerables (trabajadores, dependientes,
pensionistas,...), y ahora que se están proponiendo unas medidas más sociales
con el punto de mira puestos en ellos, no me cabe en la cabeza que hayan voces
que, supuestamente abanderan el patriotismo, estén poniendo trabas para que
esto no se lleve a cabo, y lo peor, es que muchos de estas clases vulnerables
colaboren en ese menester.
Los partidos
políticos han puesto a funcionar sus departamentos de “Trapos Sucios” y esa es
la política de éste país, donde nadie está exento y todos tienen mucho que
callar, hay hemerotecas para todos los gustos. Nuestra democracia está en
pañales, todo el mundo habla y la gran mayoría somos lerdos en el
funcionamiento de las instituciones.
Queramos o no,
nos guste o no nos guste, estamos sometidos a unas reglas de juego y hay que
tener claro que los presidentes no son elegidos por los ciudadanos, los eligen
los diputados; como por ejemplo ¿quién elige al Jefe del Estado?, los
ciudadanos tampoco y que todas las coaliciones entre partidos legítimos son
totalmente válidas y democráticas. Tenemos que aceptar las reglas de juego, y
si no nos gustan hay que tratar de cambiarlas. Los políticos deberían centrarse
en hacer política y no en atacarse y fomentar el “forofismo” político. Así no se
solucionan los problemas.
miércoles, 26 de junio de 2013
Marionetas torpes y sin gracia.
En una contienda el objetivo que se persigue es lograr el
dominio, la apropiación, el sometimiento, la anulación , la negación,..., de
unos sobre otros.
En estos momentos hay una
contienda económica donde unos tratan de apropiarse de lo ajeno.
Estructuremos económicamente a la
sociedad en tres estratos o
clases: alta, media y baja. Hasta
ahora, el espectro de la clase media había aumentado considerablemente,
consiguiendo un estatus desahogado y habiendo logrado una cierta solidez
económica.
¿Qué significa esto?; que la
clase baja se convertía en media y la media se estaba aproximando
peligrosamente a la alta.
¿Qué propicia esto?; el poder
económico. Los capitales estaban sufriendo un trasvase de una clase a otra,
debilitando a unos y fortaleciendo a otros. Y esto no se podía consentir.
El “poder” necesitaba poner coto
a estos “desmanes” y se ha servido de una serie de marionetas, llamadas
comúnmente políticos, para llevar a cabo su plan para revertir la tendencia
devolviéndola de nuevo a su parcela.
Éstas marionetas a base de quitar
por aquí, quitar por allá, están consiguiendo que los pequeños capitales que
esa floreciente clase media había conseguido, no sin sudor, se vea abocada a ir
sacándolos para poder subsistir, el flujo de capitales revierte de nuevo a esa
clase alta. De nuevo se invierte la tendencia: la clase alta sigue
fortaleciéndose, la media se está trasladando a la baja y la baja,
desgraciadamente se traslada a una nueva, la desahuciada.
Para conseguir esto había que:
-Destruir empleos mas menos
aceptables con el objetivo de convertirlos en precarios.
-Acotar la educación: Si la
educación es la base de una sociedad próspera, poner obstáculos para que la
mayoría no pueda acceder a ella.
-Frenar los avances tecnológicos
y científicos que revierten en beneficio de la mayoría.
-Propiciar una justicia lenta,
parcial, desigual y costosa, . Esto favorece al fuerte coartando al débil.
-Suprimir derechos laborables,
sociales, sanitarios,...
-Trasvase de lo público a
negocios privados.
-Abaratar la jubilación.
...
...
Ésta lista es ampliable. Y la
indignación se produce cuando vemos que los que están llevando a cabo éste
plan, están lejos de predicar con el ejemplo.
Ello nos devolverá al
tercermundismo y a un tipo de dictadura: La económica. Donde se persigue que
unos cuantos acaparen el poder económico y como consecuencia la supremacía
sobre los demás.
Las marionetas son muñecos articulados que se mueven de forma
limitada y torpe pero no dejan de tener su gracia. Nuestros políticos son
limitados y torpes, no hay más que escucharlos, y sin gracia, aunque nos hagan
reír con sus declaraciones sin sentido, prueba evidente de su escasa
preparación y con discursos de encantadores de serpientes que solo convencen a
sus correligionarios.
Ahora me viene a la memoria la
famosa parodia de Tip y Coll traduciendo del francés al castellano aquello de
la jarra de agua. Podría trasladarse la parodia traduciendo aquello del
“contrato diferido” a un castellano comprensible y de alguna de las famosas
intervenciones de destacados dirigentes actuales que delatan su incompetencia
cuando pretenden argumentar lo inexplicable.
¿A quién pretenden engañar?. Lo más
sangrante de todo esto es la falta de criterio de algunos, por pensar más con
el corazón que con la cabeza. Aferrados a unas siglas o a unos colores que lo
único que propician es no ver más allá del horizonte.
Tenemos que pensar quienes somos,
de donde venimos y a dónde queremos ir,
y aunque nos pese con el corazón, la cabeza es la que debe regir nuestro
destino.
Hoy por hoy aún hay mucha gente
aferrada a su corazón, resistiéndose a asumir la realidad de las cosas,
tratando además de exculparlos con argumentos infantiles basados en los
discursos que reciben. Éstos que han sido engañados no hay que considerarlos culpables
de la situación que se ha creado. Sí serán culpables si a pesar de observar lo
que está ocurriendo reinciden porque además sufrirán las consecuencias como el
que más aunque se resistan a reconocerlo. Y si reinciden habrá que cambiarles
el género: pasarán a ser del género “bobo”.
Hay que reconocer que las
marionetas tienen muy bien aprendido su papel. Saben hurgar en la llaga,
siempre en la misma llaga, y esto va calando en el subconsciente de la mayoría
silenciosa, mas cuando las marionetas de otros colores no tienen el suficiente
empuje ni gancho como para dar un puñetazo en la mesa y decir: basta, hasta
aquí hemos llegado. Da la sensación de ser un compadreo que lo único que
busca es un trozo del pastel. Prueba de ello que nadie con la suficiente
influencia se atreve a poner sobre la mesa temas que les afecten directamente.
Marearán la perdiz, pero nadie la matará. No les interesa, los deberes para los
otros, los derechos para ellos.
No paran de decir que hay signos
de que la economía comienza dar señales de recuperación. Esto llega a la masa
silenciosa y respira aliviada. Pero ¿cómo se va a producir la recuperación si
es muy difícil que el consumo se active?. Es consumo está frenado porque apenas
hay para subsistir y así es imposible.
En Brasil, unas manifestaciones
han servido para que se plantee el gobierno modificar la constitución. Aquí, se
ríen de nuestras manifestaciones.
En definitiva, estamos en manos
de marionetas. Lo triste es que a su vez nos convierten en sub-marionetas
bailando al son de su música.
miércoles, 20 de marzo de 2013
Una introducción a las Fallas
El nombre de Valencia suena en todo el mundo y unas de las razones es su fiesta, popular y participativa: Las Fallas. Del por qué de este nombre, sigue a continuación una pequeña introducción recabada de algunas publicaciones, y lo que implica el mundo que se mueve a su alrededor:
Hay textos
valencianos por allá el siglo XIII, donde a las antorchas que se utilizaban
tanto para alumbrar como en los actos festivos se les daba el nombre de
falla.
De igual
manera, las fogatas que se encendían en el centro de una reunión o en las festividades, por el siglo XVI, recibían también el nombre de falla.
Posteriormente,
estas fogatas, se hacían con muebles o trastos viejos inservibles en
determinadas fiestas, como en el día de San Antonio en muchos pueblos,
tradición que se sigue manteniendo.
Más adelante, en el siglo XVIII, en algunos pueblos
se quemaban monigotes que representaban personas a las que se quería criticar.
A estas hogueras comenzaron a llamarlas fallas.
Así fue
evolucionando el nombre de falla que finalmente se le dio a los monumentos
satíricos y artísticos que se ponían en la calle para quemarse en la víspera de San José.
Al fenómeno
social y festivo que nació en los barrios se le denominó falla, dando nombre al
conjunto de la fiesta Fallas pasando a quemarse los monumentos la noche de la
festividad de San José, 19 de Marzo.
Aunque existe la creencia de que las fallas
nacen de las hogueras que los carpinteros hacían con los restos de virutas o
maderas para celebrar la festividad de su santo patrono, no parece que haya
documentación explicita que corrobore ésta teoría. La única relación directa de
este gremio con las fallas es su colaboración en la construcción de los
monumentos. Una de las hipótesis más creíbles señalan a la tradición de
encender hogueras en la llegada de los equinoccios y solsticios. Tradición que
se daba en los distintos continentes. Así, se puede enclavar a las fallas de
San José en el equinoccio de la primavera, de igual manera que las hogueras de
San Juan se pueden enclavar en el solsticio de verano.
En cualquier
caso, las Fallas se han convertido en un fenómeno cultural y festivo, con
partidarios y detractores, como en todo, que atrae a gentes de todo el mundo
generando riqueza.
Como fenómeno
cultural cabe señalar los artistas falleros, verdaderos escultores capaces de
moldear monumentos de cartón piedra y otros materiales con figuras
inverosímiles, caricaturas satíricas criticando la más rabiosa actualidad y
cuyo objetivo final es quemarlas. Se trata de eliminar el mal, de purificar con
el fuego todo aquello que contamina y perjudica a la sociedad. Entre otros, es
como un toque de atención a los agentes sociales, a figuras relevantes de una
sociedad que menosprecian con sus decisiones o actuaciones a el conjunto de la
población.
También,
culturalmente, han fomentado el nacimiento de bandas de música, como
consecuencia nuevos músicos. Actos teatrales, deportivos, juegos tradicionales,
...
Amén de
generar riqueza. A su alrededor hay un flujo económico que da trabajo a muchos
sectores de la población. Sectores turísticos (hoteles, restaurantes,
espectáculos,...), industriales (madera, pintura, textil, pirotecnia,...)
Una fiesta
admirada por muchos, aunque a veces nos toca sufrir a los que vivimos a su
alrededor, pero que con inconvenientes o sin ellos debemos respetar,
simplemente por la tradición, un pueblo no es nada sin sus tradiciones, y por
todos aquellos a los que beneficia tanto en sentido emocional como económico.
En la noche del 19 de marzo, Valencia, es una ciudad tomada por el fuego dando fin a su fiesta. El cielo se ilumina con los fuegos artificiales momentos antes de arder los monumentos que han criticado la cruda realidad del momento con la esperanza de que con ellos ardan los males que acosan a la sociedad. Con toda seguridad no conseguirán eliminarlos, pero al año siguiente se volverá a intentar, así año tras año. Y, una de las cosas que más llama la atención, a propios y extraños que logran verlo es que, al amanecer del nuevo día, no queda rastro de los rescoldos y cenizas que el fuego ha generado. Aquí no ha pasado nada.
En la noche del 19 de marzo, Valencia, es una ciudad tomada por el fuego dando fin a su fiesta. El cielo se ilumina con los fuegos artificiales momentos antes de arder los monumentos que han criticado la cruda realidad del momento con la esperanza de que con ellos ardan los males que acosan a la sociedad. Con toda seguridad no conseguirán eliminarlos, pero al año siguiente se volverá a intentar, así año tras año. Y, una de las cosas que más llama la atención, a propios y extraños que logran verlo es que, al amanecer del nuevo día, no queda rastro de los rescoldos y cenizas que el fuego ha generado. Aquí no ha pasado nada.
martes, 26 de febrero de 2013
¿Finiquito diferido..., simulado... ?
Que pena da la
Cospedal, no sabe como salir del atolladero. Cuando se trata de explicar lo
inexplicable, sin base ni fundamento, aparecen circunloquios que nadie los
entiende, ni quien los dice. Como aquel gobernante que no reconoce ni su letra.
El problema es que cuando medios, opinión pública y la verdad, presionan, es
difícil salir airoso.
Finiquito
diferido, simulado, pagando la S. Social...¿?, ni los sabios del lugar saben
esto que es exactamente. Todo el mundo conoce, incluyo en esto a la ministra de
trabajo, que en un despedido improcente, se indemniza lo que corresponda o se
pacte, se apunta uno al paro y el INEM cotiza la seguridad social, y ya está.
¿Cómo se
despide a uno pagándole a plazos y además se le paga la SS para que no pierda
cotización?. Que se apunte al paro y que cobre como desempleado, es lo que
debería haberle dicho un partido en el gobierno o aspirante a gobernar, al tal
Bárcenas.
Si no lo han hecho así, algo
turbio esconde y eso ya no es transparencia.
Éste Sr. está
demostrando ser más listo que todos ellos juntos, los está manejando como
marionetas. Se está riendo en su cara y en la de todos nosotros. Ahora va y los
demanda por despido improcedente. Les ha metido un marrón que a ver como salen.
Trabajaba para ellos como asesor hasta el 31 de enero del presente (dice).
Los seriales de ficción va a resultar que no son
nada comparados con la realidad. Los días que se avecinan van a ser muy
interesantes y vamos a ser espectadores de nuevas y enrevesadas declaraciones.
lunes, 25 de febrero de 2013
23-02-1981
Después de
trabajar llegué a casa, comí y me dispuse a hacer una pequeña siesta, a las
18:30 tenía que asistir a una clase en la Escuela Profesional del Seguro. Me
pillaba cerca del domicilio, en la Avenida del Oeste, en el mismo edificio
donde se encontraba Radio Nacional de España.
En la portería
se encontraba mi padre escuchando la radio. Algunos vecinos que entraban o
salían comentaban con cierto asombro que en plena sesión del Congreso de
Diputados habían entrado unos Guardias Civiles escuchándose disparos.
Apenas presté
atención, se me hacía tarde. En unos minutos me hallaba dentro de la escuela
que ocupaba un par de viviendas en la finca cercana. Hablábamos de lo sucedido
sin darle mucha más importancia, todo estaba muy confuso. En realidad no sabíamos
muy bien lo que estaba pasando, nos llegaban informaciones muy difusas, y las
clases se iniciaron.
No transcurrió mucho tiempo
cuando comenzaron a llegar padres de compañeras para llevárselas a casa; sus
comentarios nos intranquilizaron, mas cuando, desde la dirección del centro nos
indicaron que debíamos marcharnos a casa porque se había producido un golpe de
estado. Nos marchamos y al llegar al portal nos tropezamos con dos militares
debidamente uniformados y armados, habían tomado el control de Radio Nacional
de España.
Ya en casa
puse la radio y la televisión para tratar de enterarme de lo que realmente
estaba pasando. Supuse que las informaciones que se daban debían estar
manipuladas, a la vista de los militares que montaban guardia en RNE de Valencia.
Vino después la famosa intervención de Gabilondo en televisión, así que traté
de coger emisoras extranjeras para saber si daban alguna información real o, al
menos, imparcial. Poco o nada pude conocer.
Había toque de
queda, a muchos les pilló alejados de sus domicilios, y según avanzaba la noche
se escuchaban el rugir de los tanques que circulaban por la calle Guillem de
Castro, Valencia estaba tomada por el ejército. La historia se volvió a
repetir, si años antes fue la capital provisional de la zona republicana, ahora
se había convertido en la capital golpista.
Ello daba que pensar, la situación era delicada y el temor se apoderó de
mucha gente. Mucha de esta gente había pasado por una guerra civil y una dura
posguerra. Estos mayores trasladaron su mente a aquellas épocas y no querían
revivir el pasado. Sin olvidar, habían superado aquella etapa de sus vidas,
solo pensar que pudieran repetirse les angustiaba, no por ellos mismos, sino
por sus hijos y nietos. Los militantes de partidos de izquierdas, los
sindicalistas, se apuraban en destruir carnets, papeles y todo aquello que les
pudiera comprometer.
Fue una noche
intensa así como las horas y días que siguieron. No consiguieron el objetivo
porque dentro del ejército no todo el mundo era pro-golpista, eran menos de los
que los cabecillas pensaron y lograron aplacar la rebelión. En la calle se
volvió a la normalidad pero el recelo de que pudiera volver a suceder algo
similar tardó en desaparecer. Ahora es como una anécdota, y confiemos en que lo
siga siendo por muchos años.
viernes, 15 de febrero de 2013
Esclavos de sus propias palabras
Llama la
atención, y pena me da, los políticos que tenemos; así nos va. Los periodistas,
sagaces ellos, van soltando informaciones a cuenta gotas obligando a salir a
los políticos a desmentir lo que aparece en los distintos medios de
comunicación. Con el paso de los días y la aparición de nuevas noticias que
colorean a los desmentidores, les obligan a dar nuevas versiones de los hechos,
afirmando lo inafirmable. Así se van metiendo en un pozo del que es muy difícil
salir airoso.
Justifican lo
injustificable, y así pretenden convencernos de su honestidad. Es un insulto a
todos. No es el camino para regenerar la política y a los políticos. Cada vez
nos sentimos más asqueados por los que dicen nos representan, porque a ellos no
se les ha puesto ahí para hacer lo que están haciendo, sobre todo por el doble
rasero que emplean. No hay honestidad en la política, es la lectura que
hacemos del panorama político general actual.
Vemos como
altos cargos de los partidos salen a la palestra a decir tonterías que ni ellos
mismos se las creen, afirmando algunos que “no saben ni lo que han dicho”.
Es triste verlos, escuchar sus retóricas y la forma de reargumentar declaraciones
ya de inicio inverosímiles. Es triste y bochornoso el espectáculo que estamos
ofreciendo fuera de nuestras fronteras.
Pero, ¿qué
cabe esperar de aquellos que se aprovecharon de lo que la gente quería
escuchar?. Embelesaron los oídos, convencieron a muchos con su piel de cordero
y una vez conseguido se enfundaron la piel de lobo. Han faltado a sus promesas
con retóricos argumentos quedándose tan tranquilos. Me pregunto si tienen
conciencia porque además tienen la osadía de mantener el puño en el pecho.
El primer
error a subsanar está en la forma en que llegan al poder, aquí entran los que
gobiernan y los que están enfrente. Son posiciones cómodas que no les interesa
tocar porque saben que antes o después van a estar ahí. Ellos no lo van a
cambiar, el cambio pasa por todos nosotros.
Como primer paso, se debería modificar la forma de
elegirlos, y más importante aún, debería haber cada cierto tiempo, dentro de un
mandato, una consulta popular para refrendar su actuación, no un debate entre
ellos porque siempre salen ganando. Como una especie de reválida y si no la
pasan, vuelta a empezar. A los elegidos no se les puede dar un cheque en blanco
durante un tiempo mas o menos largo. Ha quedado demostrado que necesitan poco
tiempo para transportarnos al pasado. Si el pueblo los pone, el pueblo debe
tener la potestad de quitarlos si no cumplen con lo prometido sin tener que
esperar, y no valen excusas, todos deberían ser conscientes de dónde se meten.
Hay que
conseguir que los políticos sean esclavos de sus propias palabras y no que con
sus palabras nos conviertan en esclavos.
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