El andén de la estación

Del andén de la estación parte el tren. Viajar en tren es compartir, conocer gente y lugares. Este blog es como un tren, donde todo cabe y al que todos pueden subir.

viernes, 15 de febrero de 2013

Esclavos de sus propias palabras



Llama la atención, y pena me da, los políticos que tenemos; así nos va. Los periodistas, sagaces ellos, van soltando informaciones a cuenta gotas obligando a salir a los políticos a desmentir lo que aparece en los distintos medios de comunicación. Con el paso de los días y la aparición de nuevas noticias que colorean a los desmentidores, les obligan a dar nuevas versiones de los hechos, afirmando lo inafirmable. Así se van metiendo en un pozo del que es muy difícil salir airoso.

Justifican lo injustificable, y así pretenden convencernos de su honestidad. Es un insulto a todos. No es el camino para regenerar la política y a los políticos. Cada vez nos sentimos más asqueados por los que dicen nos representan, porque a ellos no se les ha puesto ahí para hacer lo que están haciendo, sobre todo por el doble rasero que emplean. No hay honestidad en la política, es la lectura que hacemos del panorama político general actual.

Vemos como altos cargos de los partidos salen a la palestra a decir tonterías que ni ellos mismos se las creen, afirmando algunos que “no saben ni lo que han dicho”. Es triste verlos, escuchar sus retóricas y la forma de reargumentar declaraciones ya de inicio inverosímiles. Es triste y bochornoso el espectáculo que estamos ofreciendo fuera de nuestras fronteras.

Pero, ¿qué cabe esperar de aquellos que se aprovecharon de lo que la gente quería escuchar?. Embelesaron los oídos, convencieron a muchos con su piel de cordero y una vez conseguido se enfundaron la piel de lobo. Han faltado a sus promesas con retóricos argumentos quedándose tan tranquilos. Me pregunto si tienen conciencia porque además tienen la osadía de mantener el puño en el pecho.

El primer error a subsanar está en la forma en que llegan al poder, aquí entran los que gobiernan y los que están enfrente. Son posiciones cómodas que no les interesa tocar porque saben que antes o después van a estar ahí. Ellos no lo van a cambiar, el cambio pasa por todos nosotros.

           Como primer paso, se debería modificar la forma de elegirlos, y más importante aún, debería haber cada cierto tiempo, dentro de un mandato, una consulta popular para refrendar su actuación, no un debate entre ellos porque siempre salen ganando. Como una especie de reválida y si no la pasan, vuelta a empezar. A los elegidos no se les puede dar un cheque en blanco durante un tiempo mas o menos largo. Ha quedado demostrado que necesitan poco tiempo para transportarnos al pasado. Si el pueblo los pone, el pueblo debe tener la potestad de quitarlos si no cumplen con lo prometido sin tener que esperar, y no valen excusas, todos deberían ser conscientes de dónde se meten.

Hay que conseguir que los políticos sean esclavos de sus propias palabras y no que con sus palabras nos conviertan en esclavos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...