El andén de la estación

Del andén de la estación parte el tren. Viajar en tren es compartir, conocer gente y lugares. Este blog es como un tren, donde todo cabe y al que todos pueden subir.

martes, 13 de diciembre de 2011

La Trufa

Las trufas, un hongo subterráneo, muy apreciado en la cocina y que alcanza unos precios prohibitivos para la mayoría. Para mí era una gran desconocida, e imagino que para el populacho en general. Sabíamos de su dificultad de recolección, de ahí su precio, en el que se necesitan perros adiestrados, cerdos, jabalís, que se encargan de olfatearla y señalar dónde se encuentra, para que su dueño con unos machetes truferos especiales hurgue en la tierra y la recolecte.
Para que se den es necesario concurran una serie de circunstancias, terrenos calizos, soleados, permeables, una altura considerable sobre el nivel de mar, ph determinado de la tierra, etc..
El propio desconocimiento del tema, que me ha llevado a buscar información al respecto, me hacía pensar que su recolección, aunque con perros adiestrados, era algo similar al buscar setas, por ejemplo. Pero no, las trufas se desarrollan gracias su "micelio" (masa de hifas (elementos filamentosos) que constituyen el cuerpo vegetativo de un hongo) el cual vive en las  raíces de ciertos árboles: encinas, robles, avellanos, principalmente.
Tras asistir a una feria promocional en la cuna de la trufa, Sarrión (Teruel), donde vimos una competición de perros buscadores de trufas, degustando diversas tapas condimentadas con virutas de trufa, pude comprobar el interés que despierta éste hongo de cara a fomentar su consumo y plantaciones para su cultivo. Estas plantaciones tienen, de alguna manera una doble función, ambientales por la reforestación de zonas y socio-económicas. Ya se dan en diversos países, Francia, Italia, España.
Coincidimos con un joven (podemos calificarlo joven emprendedor) veinte y pocos años, venido exproceso de Avilés, que decía poseer unas cuantas hectáreas en Lugo, y estaba muy interesado en transformarlas reforestándolas de los árboles necesarios para el cultivo de la trufa. Estaba dispuesto a preparar la tierra para que reuniera las condiciones óptimas, recabando todo tipo de información para hacer viable su deseo. Una señora, del lugar, con un negocio de viveros, de una manera amable y jocosa, le dijo que estaba un poco loco, pues transformar aquellas tierras en unas condiciones óptimas para que se de la trufa requería una gran inversión.
Como resumen "nunca te acostarás sin saber una cosa más". A veces sabemos de muchas cosas que en el fondo nos son unas grandes desconocidas, como La Trufa.

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