Más de recortes

La presidenta de la comunidad Castellano-Manchega, Sra. Cospedal, ha anunciado nuevos recortes para ir saneando la maltrecha situación económica que tienen sobre la mesa. Voy a aceptar, dándole un voto de confianza, que haya heredado una comunidad, gobernada antaño por sus adversarios políticos, endeudada hasta las cejas. A cada cual lo suyo.
Anuncia bajada del 3% de los sueldos de los funcionarios, quitar la gratuidad de los libros de texto "salvo a las rentas más bajas",  "privatizar varios hospitales, e imagino que en su chistera habrá más medidas a tomar.
Los funcionarios deben estar "contentos".
Las rentas más bajas, ¿que techo tendrá en cuenta como renta baja?.
Qué va a pasar con los trabajadores, con los enfermos, de esos hospitales. ¿Habrá despidos?, ¿los enfermos tendrán que pagar?. Unas instalaciones que han salido de los impuestos de todos irán a parar a quién sabe qué manos. Seguro que harán negocio y los enfermos que les causen demasiadas pérdidas, ¿serán desviados a los hospitales públicos?.
Incógnitas que se irán desvelando poco a poco y que, pronto iremos viendo, éstas y otras medidas se irán exportando al resto de las comunidades.
Mientras tanto pocas noticias de una mala gestión trascienden de otras comunidades autónomas gestionadas por sus correligionarios durante muchos años, con muchos frentes abiertos, con mucha gente en el candelero de la actualidad, no precisamente para colmarlos de parabienes.
Valencia, Murcia, Baleares, ahora León donde una buena señora percibe más de una docena de sueldos, dietas, kilometrajes, etc.., que, al parecer, no piensa renunciar a ninguna. No sé de dónde saca tanto tiempo para acudir a todo, cuando un trabajador normal que apenas gana los mil €, necesita como mínimo trabajar 8 horas en una sola ocupación.
Al Sr. Rajoy le deseo la mayor de las suertes y espero que su gestión, al menos por la inercia del tiempo que todo lo cura,  dé los frutos que todos deseamos. Pero me da la impresión que es un dirigente atado a la voluntad de los grupos internos de presión, porque si no, debería de haber manifestado su autoridad con un golpe sobre la mesa y haberse sacudido todo aquello que puede empañarle, y como se descuide, puede ser él la victima de su falta de autoridad en su partido.